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Adalberto Álvarez nunca rehuyó la polémica. El prolífico compositor, arreglista y director de orquesta cubano fue uno de los primeros en reconocer públicamente su práctica de la religión afrocubana, la santería; fue ingeniosamente subversivo en sus letras con conciencia social; y fue un músico con visión de futuro que, sin embargo, abrazó la tradición.

No es de extrañar que Álvarez, quien murió por complicaciones de la COVID-19 el 1 de septiembre a la edad de 72 años, fuera homenajeado el año pasado en un concierto tributo de artistas cubanos e internacionales. El caballero del son (el caballero del son , el género musical tradicional cubano que tuvo su apogeo desde la década de 1920 hasta la década de 1950), como se conocía a Álvarez en Cuba, perduró durante más de cuatro décadas gracias a composiciones atemporales con arreglos que incorporaron la tradición cubana. tres en el estilo de la timba contemporánea de la música bailable cubana.

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Lavarez, prolífico compositor, aportó innumerables éxitos al canon de la música popular cubana. Su último disco con Adalberto Álvarez y su Son, el grupo que creó en 1984, fue lanzado en 2018. El grupo actuó hasta el inicio de la pandemia el año pasado.

Álvarez nació el 22 de noviembre de 1948 en La Habana por accidente sus padres estaban de visita en la capital desde Camagey, una provincia en el centro de Cuba, y regresaron allí poco después de su nacimiento. Cuando era adolescente, comenzó su carrera musical como cantante, pero fue admitido en el conservatorio nacional de música de Cuba, la Escuela Nacional de Artes, para estudiar fagot. No obstante, las excepcionales habilidades de composición y arreglos de Álvarez se hicieron evidentes rápidamente y su primera composición grabada fue Con un besito mi amor, del Conjunto Rumbavana en 1972.

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En 1978, Álvarez ayudó a formar un nuevo grupo, Son 14, y logró su primera canción de éxito, A Bayamo en Coche, que comienza con una sección a cappella en estilo rumba guaguanc. Dejó Son 14 a finales de 1983 para formar su propio grupo, Adalberto Álvarez y su Son, que lanzó su primer álbum en 1985. Al año siguiente vio el lanzamiento de uno de los clásicos más perdurables de Álvarez, El Regreso de María.

Una de las cosas que distinguió el sonido de Álvarez del de otras grandes bandas de baile cubanas de los años 70 y 80, como el supergrupo Los Van Van, fue su uso del tres cubano, una variante de la guitarra íntimamente asociada con la música son . A través de su uso del tres , Álvarez pudo mantener un elemento de la música bailable cubana tradicional dentro de un estilo contemporáneo y altamente polirítmico.

Álvarez fue uno de los primeros directores de orquesta en reconocer abiertamente su práctica de la religión afrocubana Santera, con el éxito de 1991 Y que tu quieres que te den.

Las prácticas religiosas de todos los orígenes habían sido tabú en la Cuba atea desde principios de la década de 1960, pero en la década de 1990 el gobierno de Castro se volvió más tolerante. El año pasado, en vísperas del 30 aniversario del lanzamiento de las canciones, Álvarez recordó haberse iniciado en la religión yoruba If en 1991 y sentir el deseo de escribir una canción que capturara la ceremonia y los rituales asociados con la práctica religiosa. Una serie de canciones de timba siguió a Y que tu quieres que te den ensalzando las virtudes de la religión afrocubana. La canción fue regrabada y ampliada a una versión mucho más larga en 2005, incorporando letras rap y cánticos para varios orishas (deidades adoradas en la santera). En ese momento, la iniciación a la santera se había vuelto mucho más común y visible en Cuba, y la canción se convirtió en un gran éxito que todavía se toca con frecuencia en las fiestas caseras.

Álvarez escribió muchas otras canciones relacionadas con temas sociales en Cuba, como Un Pariente en el Campo en 2005, un comentario ingenioso sobre los antagonismos regionalistas entre cubanos de diferentes provincias de La Habana. Durante la severa crisis económica de la década de 1990, muchos cubanos orientales emigraron a la capital en busca de mejores oportunidades económicas. La canción aborda este fenómeno en el verso inicial, estableciendo el concepto del título y el estribillo de la canción: todos en la capital tienen un pariente del campo.

Hace apenas un año, el sello musical de Álvarez, Bis Music, armó un concierto tributo y un álbum de acompañamiento en honor al 46 aniversario de su carrera artística y el 35 aniversario de la formación de su grupo. Actuaron los más grandes nombres de la música popular cubana, además del salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, quien junto a otras leyendas de la música latina como Oscar dLeon, Juan Luis Guerra y Eddie Palmieri, han grabado versiones de canciones de Álvarez a lo largo de los años.

La música cubana ha perdido a su caballero, ya uno de sus más brillantes compositores. Descansa en la música, Adalberto.

Rebecca Bodenheimer es escritora independiente, etnomusicóloga y autora de Geografías de la cubanidad: lugar, raza y ejecución musical en la Cuba contemporánea.

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